No son pocas las críticas que esta recibiendo Mauricio Macri por su gestion como Jefe de Gobierno porteño. No son injustas ya que la realidad macrista ha mutado notablemente entre la campaña y el gobierno.
Los equipos técnicos de calidad que iban a poner fin al clientelismo resultaron ser sus compañeros de colegio, su profesor de rugby y los empleados de sus empresas. El concurso como regla para acceder a la función pública se transformó en cientos de nombramientos a dedo.
La "cara humana" que garantizaba Michetti mutó en represión a los cartoneros y despidos sin criterio en el Ejecutivo de la Ciudad, afectando a los más débiles, que son los contratados por menores montos. Se generó miles de desalojos e intento cerrar los talleres de los centros culturales. La promesa de no aumentar los impuestos se convirtió en un aumento de más de 400 por ciento. No se acepta la transferencia de la policía supuestamente por carencia de recursos, pero se gastan 200 millones en crear una nueva fuerza que promete en dos años sólo formar el 10 por ciento de efectivos de lo que es hoy la Policía Federal en la Ciudad.
La promesa de arreglar cientos de escuelas en el verano se convirtió en una sola escuela con obras menores. Recortes de becas a miles de pibes marginándolos del derecho a la educación, deterioro de la cantidad y calidad de las viandas y raciones de los comedores escolares, enincapacidad de resolver los problemas de infraestructura de las escuelas subejecutando el presupuesto.Del plan de bacheo para el verano no hubo ni noticias. El desastre de las habilitaciones en la Ciudad es enfrentado con una interminable reforma administrativa, mientras se producen incendios que prenuncian una nueva catástrofe. El ex jefe de gobierno porteño Jorge Telerman afirmo respecto a la falta de avance en las obras de la Ciudad de Buenos Aires: "Se nota que Macri no tenía un diagnóstico de la Ciudad de Buenos Aires durante la campaña, sino no podría haber dicho cosas de las que se está arrepintiendo". También el legislador y ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra calificó de "incapaz" a Mauricio Macri, tras el anuncio que éste hizo sobre la imposibilidad de ampliar la red de subtes, pese a sus promesas de campaña. "Durante la campaña electoral, Macri se comprometió públicamente a construir diez kilómetros de subte por año y durante el presente año y el 2009 no va a hacer ni siquiera uno solo".
La gestion cultural es vergonsoza, basta ver en el estado que se encuentra el Teatro Colón.Designó funcionarios con vínculos estrechos con la dictadura. De hecho, ya en la campaña habia anticipado sus simpatias por Cacciatore, el intedente de Buenos Aires durante el Proceso de Reorganización Nacional. Pedro Florido, asesor en la Procuración General, debió renunciar tras ser vinculado con la ESMA durante el Proceso.
En síntesis, lejos de cumplir sus promesas de eficiencia y buena gestión, está llevando adelante la destrucción sistemática de las políticas públicas que, con muchas limitaciones, significaban un piso de derechos para los ciudadanos de Buenos Aires.Apenas disimulado por el apabullante amarillo de su campaña publicitaria permanente, el hilo conductor de este gobierno es el corrimiento de un Estado garante de derechos hacia el formato neoliberal del estado gerente de negocios. Mención aparte merece que la letra de su gestión, es la H, una letra que mas que decir haciendo es muda.
Mientras Macri anuncia un excedente en la recaudación de más de 1500 millones de pesos, les dice a los trabajadores de la educación y la salud que no hay presupuesto para estas áreas. Mientras les pide a los legisladores una ampliación presupuestaria para pagar a empresas proveedoras e intereses de deuda, deja a miles de pibes sin becas de estudio.
En definitiva, a meses de iniciada la gestión Pro, no esta buena Buenos Aires.
Los equipos técnicos de calidad que iban a poner fin al clientelismo resultaron ser sus compañeros de colegio, su profesor de rugby y los empleados de sus empresas. El concurso como regla para acceder a la función pública se transformó en cientos de nombramientos a dedo.
La "cara humana" que garantizaba Michetti mutó en represión a los cartoneros y despidos sin criterio en el Ejecutivo de la Ciudad, afectando a los más débiles, que son los contratados por menores montos. Se generó miles de desalojos e intento cerrar los talleres de los centros culturales. La promesa de no aumentar los impuestos se convirtió en un aumento de más de 400 por ciento. No se acepta la transferencia de la policía supuestamente por carencia de recursos, pero se gastan 200 millones en crear una nueva fuerza que promete en dos años sólo formar el 10 por ciento de efectivos de lo que es hoy la Policía Federal en la Ciudad.
La promesa de arreglar cientos de escuelas en el verano se convirtió en una sola escuela con obras menores. Recortes de becas a miles de pibes marginándolos del derecho a la educación, deterioro de la cantidad y calidad de las viandas y raciones de los comedores escolares, enincapacidad de resolver los problemas de infraestructura de las escuelas subejecutando el presupuesto.Del plan de bacheo para el verano no hubo ni noticias. El desastre de las habilitaciones en la Ciudad es enfrentado con una interminable reforma administrativa, mientras se producen incendios que prenuncian una nueva catástrofe. El ex jefe de gobierno porteño Jorge Telerman afirmo respecto a la falta de avance en las obras de la Ciudad de Buenos Aires: "Se nota que Macri no tenía un diagnóstico de la Ciudad de Buenos Aires durante la campaña, sino no podría haber dicho cosas de las que se está arrepintiendo". También el legislador y ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra calificó de "incapaz" a Mauricio Macri, tras el anuncio que éste hizo sobre la imposibilidad de ampliar la red de subtes, pese a sus promesas de campaña. "Durante la campaña electoral, Macri se comprometió públicamente a construir diez kilómetros de subte por año y durante el presente año y el 2009 no va a hacer ni siquiera uno solo".
La gestion cultural es vergonsoza, basta ver en el estado que se encuentra el Teatro Colón.Designó funcionarios con vínculos estrechos con la dictadura. De hecho, ya en la campaña habia anticipado sus simpatias por Cacciatore, el intedente de Buenos Aires durante el Proceso de Reorganización Nacional. Pedro Florido, asesor en la Procuración General, debió renunciar tras ser vinculado con la ESMA durante el Proceso.
En síntesis, lejos de cumplir sus promesas de eficiencia y buena gestión, está llevando adelante la destrucción sistemática de las políticas públicas que, con muchas limitaciones, significaban un piso de derechos para los ciudadanos de Buenos Aires.Apenas disimulado por el apabullante amarillo de su campaña publicitaria permanente, el hilo conductor de este gobierno es el corrimiento de un Estado garante de derechos hacia el formato neoliberal del estado gerente de negocios. Mención aparte merece que la letra de su gestión, es la H, una letra que mas que decir haciendo es muda.
Mientras Macri anuncia un excedente en la recaudación de más de 1500 millones de pesos, les dice a los trabajadores de la educación y la salud que no hay presupuesto para estas áreas. Mientras les pide a los legisladores una ampliación presupuestaria para pagar a empresas proveedoras e intereses de deuda, deja a miles de pibes sin becas de estudio.
En definitiva, a meses de iniciada la gestión Pro, no esta buena Buenos Aires.
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