lunes, 1 de septiembre de 2008

Lágrimas de cocodrilo


Festejemos! Un genocida más tras las rejas! El hecho de que el otrora hombre fuerte de Tucumán Antonio Domingo Bussi este tras las rejas es digno de alegria y festejo para todos aquellos que creemos en la memoria, la verdad y la justicia. Han corrido ya muchos litros de tinta y letras en la red hablando de ese caso. Por mi parte solo quisiera resaltar el patetico papel dado por este hombre que tantas muertes carga en su conciencia. Dignidad parece una palabra extraña para estos hombres, que defienden lo actuado durante el terrorismo de estado. El patetismo de las lagrimas de Bussi se suman a la homilia leida por Baseotto: "Testigos falsos, falsos, el demonio ..." y no se cuantas sandeces más. El alegato de Etchecolatz citando a Borges "Ustedes no son mis jueces...", el cero arrepentimiento de todos y si miramos fuera de las fronteras, el triste papel de Pinochet escondido en una silla de ruedas que nunca necesito. Pero su naturaleza los traiciona y se muestran tal cual son en cuanto bajan la guardia. Bussi lloro mientras acuso al asesinado y desaparecido senador Guillermo Vargas Aignasse de traidor y cobarde, y alli brotaron sus lagrimas de cocodrilo, frase que refiere a la secreción acuosa que mantiene húmedos los ojos del animal, fuera del agua, pero no tienen nada que ver con el llanto, debido a que las glándulas salivales y las lacrimales de este animal están situadas muy cerca unas de las otras y por eso, se estimulan constantemente, lo que hace que al animal mientras llore mientras come.
Todo esto, sumado a la fantasía popular sirvió para dar origen a la expresión lágrimas de cocodrilo, con la que se alude al dolor fingido de alguien ante cualquier suceso desgraciado, dolor que no es tomado en serio por ninguna de las personas que lo contemplan.


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