martes, 2 de septiembre de 2008

El gen argentino


El sueño de la Argentina potencia revolotea en nuestras cabezas, algunos desean volver a los dorados tiempos en que eramos el granero del mundo, otros añoran los años peronistas, la Argentina industrial que siguió creciendo con Frondizi y su política de desarrollo económico. Los 60' fueron prometedores y los 70' el fin de esos anhelos. Hoy 2 de septiembre se conmemora el día de la Industria, cuenta Felipe Pigna en su libro "Los mitos de la Historia Argentina" que "Desde 1941 se celebra en homenaje a un episodio, que bien analizado, no deja de ser todo un símbolo del "ser nacional"y del estado actual de la actividad productiva más vapuleada desde aquel fatídico 24 de marzo de 1976 que implantó el modelo de desindustrialización afianzado por los jinetes de nuestro Apocalipsis, Menem-Cavallo-De la Rúa & Company entre 1989 y el 2001. Debe haber pocos países en el mundo, por no decir ninguno y aumentar nuestro Ego, por aquello de la originalidad nacional, que para homenajear a su Industria Nacional elijan un hecho delictivo, concretamente, un episodio de contrabando."

Y eso fue lo que ocurrió aquel 2 de septiembre de 1587 cuando zarpó del fondeadero del Riachuelo, que hacía las veces de puerto de Buenos Aires, la carabela San Antonio al mando de un tal Antonio Pereyra, juro que no es pariente mío, con rumbo al Brasil.La San Antonio llevaba en sus bodegas un cargamento proveniente, fletado por el obispo del Tucumán Fray Francisco de Vitoria. Se trataba de tejidos y bolsas de harina producidos en la por entonces próspera Santiago del Estero. Lo notables es que dentro de las inocentes bolsas de harina, según denunció el gobernador del Tucumán Ramírez de Velazco, viajaban camuflados varios kilos de barras de plata provenientes del Potosí, cuya exportación estaba prohibida por Real Cédula.

Es decir que la "primera exportación argentina" encubre un acto de contrabando y comercio ilegal. Carlos Saul no inventaste nada!

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