miércoles, 20 de octubre de 2010

La latinoamericanización de Europa


Si hace diez años uno hubiese dicho: crisis económica, estallidos sociales, endeudamiento externo, corrupción, recetas del FMI, ajuste y recortes al gasto público, perdida de derechos sociales, en definitiva neoliberalismo, y se hubiese ofrecido la oportinidad de asociar estos conceptos con Europa o América Latina, la respuesta hubiera sido cantada. Hoy por hoy vemos que el viejo continente se latinoamericanizó, al padecer todas estas situaciones.
El Manifiesto Comunista de Carlos Marx afirmaba para el siglo XIX que "...Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el Zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes...". Hoy un fantasma recorre Europa, es el fantasma del neoliberalismo en crisis. Y sin distinguir partidos politicos ni ideologias, desde la España socialista de Zapatero a la Francia conservadora de Sarkozy se aplican como se aplicaron en los '90, las recetas ortodoxas del FMI: ajustes y recortes al estado pretenden ser las herramientas para superar la crisis de un sistema que colapsa y que se cobra miles de víctimas que asisten al deterioro de sus condicones de vida, la perdida de derechos y la exclusión del sistema. La desocupación trepa a los dos dígitos y la brecha entre ricos y pobres desdibuja las nociones de justicia social. Buscan imponer las reglas del juego los poderosos a nivel económico-corporaciones empresarias y bancarias- y a nivel continental los paises fuertes: Alemania y Gran Bretaña.
Por otra parte la situación latinoamericana es muy distinta: desendeudamiento externo que logra anular el tutelaje de los organiasmo internacionales de crédito, el descenso de la desocupación, altas tasas de crecimiento, politicas progresistas, aumento del rol activo del estado y puesta en marcha de reivindicaciones sociales. El ingreso de Brasil al grupo de las potencias emergentes del nuevo siglo, reunidas en el grupo BRICH, es un sintoma del poderio que cobra la región. La representatividad a nivel continental de la UNASUR es otro.
En definitiva, los papeles se han invertido y la prolija Europa atraviesa la crisis que latinoamérica vivió al iniciar el nuevo siglo y que llevó a la consolidción de gobiernos populares y nacionales, a los que despectivamente se denominan populistas. Sin embargo como contara Galeano tras su paso por Italia, el peligro radica en otro lugar: "Yo estuve en Italia hace algunos meses y en una conferencia de prensa ya me tenían aturdido con las preguntas sobre el populismo en América Latina, la demagogia, el peligro del populismo. Yo les dije, por favor, somos amigos, confíen en mi, yo no los voy a defraudar, no les estoy mintiendo, no hay peligro de populismo ni demagogia, les aseguro que no hay peligro, les aseguro que Silvio Berlusconi no tiene la menor influencia en América Latina, no hay peligro."


1 comentario:

Dié dijo...

Que contundente Galeano. Impecable