sábado, 2 de octubre de 2010

Cientoventenario

Un 2 de octubre de 1890 nacía en Nueva York Julius Henry Marx, más conocido como Groucho, quien creció en el seno de una modesta familia de inmigrantes alemanes judíos. Quizas como una metáfora del marxismo.


A sus 120 años, algunas de sus frases más celebres:



Una cita a ciegas puede convertirse en un cerdo con sombrero y un bolso de mujer.

Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio.


Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.


Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.


Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.


Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!


¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Que ha hecho la posteridad por mi?


La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.


La inteligencia militar es una contradicción en los términos.


La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la televisión, voy a la biblioteca y me leo un buen libro.


He pasado una noche estupenda. Pero no ha sido esta.


Debo confesar que nací a una edad muy temprana.


O usted se ha muerto o mi reloj se ha parado.


La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados.


Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.



¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación mas grande.


El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.


No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.


El matrimonio es la principal causa de divorcio.


Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien.


¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!


Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en mi favor.


No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual.


¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.


Oiga mozo, ¿y no sería más fácil que en lugar de intentar meter mi baúl en el camarote, metiera mi camarote dentro del baúl?


Perdonen que no me levante. (Epitafio de Groucho)


Es una tontería mirar debajo de la cama. Si tu mujer tiene una visita, lo más probable es que la esconda en el armario. Conozco a un hombre que se encontró con tanta gente en el armario que tuvo que divorciarse únicamente para conseguir donde colgar la ropa.


Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…


He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.


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