jueves, 2 de agosto de 2012

El día de la Bestia


El 2 de agosto de 1483 el Papa Sixto IV nombró por bula a fray Tomás de Torquemada inquisidor general de Castilla y León, cargo que haría extensivo a Aragón, Cataluña y Valencia por la bula de octubre del mismo año, y que le convertiría en el primer inquisidor general para toda España. Mediante el Edicto de Granada, Torquemada ordenó la expulsión de todos los judíos para el 2 de agosto de 1492. Además de la búsqueda de la unidad religiosa de España mediante la persecución y expulsión de los judíos, el Tribunal de la Santa Inquisición fue célebre por la censura, la tortura y la condena a muerte de miles de personas acusadas de herejía.

Un 2 de agosto  pero en Argentina y de 1925, nacía en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, el tercer hijo del General Jorge Eugenio Videla, un militar de trayectoria, descendiente de una familia patricia de la provincia de San Luis. Bautizaron al niño como Jorge Rafael y de acuerdo al mandato familiar, este,  ingresó al Colegio Militar para hacer carrera dentro del ejército. Llegó al grado de Teniente Coronel meses después de ser nombrado Comandante en Jefe del Ejercito por María Estela Martínez de Perón, presidenta a quien derrocó dando inicio al Proceso de Reorganización Nacional en marzo de 1976. Jorge Rafael Videla encabezó la etapa más oscura de la historia argentina que se caracterizó por la instauración del Terrorismo de Estado: es decir, el uso de la tortura, la desaparición de personas, el robo de bebes, la detención en campos de concentración, la censura y graves violaciones de fundamentales derechos humanos.

Otro 2 de agosto pero de 1934 en Alemania, Adolf Hitler asumió la presidencia, fusionando los cargos de presidente y canciller. Apenas un año después de haber triunfado en elecciones y mientras llevaba a cabo la transformación de la República de Weimar en el Tercer Reich. Con la concentración del poder en sus manos gobernó con el Partido Nacional Socialista Alemán (NSDAP) devenido en partido único basado en el totalitarismo y la autocracia de la ideología nazi. Para 1935 ya se habían aprobado las Leyes de Núremberg que quitaban la nacionalidad y la ciudadanía a todos los alemanes que no eran considerados “Arios” (judíos, eslavos, gitanos, entre otros). La escalada de violencia continuó con el accionar de la SS, las fuerzas de choque nazis y en 1938 con la “Noche de los Cristales” que no solo implicó el ataque a negocios y viviendas de los barrios judíos sino también la quema de sinagogas y la antesala a la implementación de la Solución Final que implicó el Holocausto y la muerte de más de 6 millones de personas en campos de concentración y exterminio.

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