Las urnas abiertas de América Latina

América Latina pasa por una etapa histórica clave que quedará plasmada en los libros de historia como la del "neo populismo" para algunos o una "Edad de oro para el progresismo" para otros. De lo que no hay dudas es que la democracia y la reivindicación de las clases populares y los sectores marginados historiamente marcan este periodo. A los militares de los '70 y los neoliberales de los '90 siguieron una serie de liderazgos surgidos de la crisis del neoliberalismo y el Consenso de Washintgon y ungidos con un gran mandato popular.

Figuras payasezcas como los Menem, Fujimori, Collor de Mello o Bucaran son fantasmas de un pasado que no debe volver.

Tal es el consenso que tienen estos líderes progresistas que la derecha debío recurrir la vieja herramienta de los golpes militares para recuperar el poder, como en el caso de Honduras o como se rumorea en Paraguay con una posible intentona militar alentada por lo sectores concentrados de la economía si fracasan las estrategias semilegales de revocarle el mandato al presidente cosntitucional Fernando Lugo.

En las elecciones de hoy estaría triunfando en Uruguay el león herbívoro José Mujica, candidato del Frente Amplio y ex Tupamaro. Todo indica que Evo Morales conseguirá su reelección en Bolivia por un amplio margen y dejando atras los intentos sesesionistas de hace un año alentados por la oligarquía opositora al primer presidente indígena de la región. La Concertación chilena triunfaría sin problemas tras el excelente gobierno de Michele Bachelet, Correa y Chavez afirman sus liderazgos basados en el apoyo popular y con discursos duros que se plasman en su acción política.

Volviendo a Honduras, las eleciones convocadas para el día de hoy por el gobierno golpista son cuestionadas por casi toda Latinoamerica, salvo Colombia, Perú y Costa Rica y por la Unión Europea. Como era de esperarse EEUU si apoya las elecciones desconociendo la legalidad constitucional que indica que Manuel Zelaya es el presidente contitucional y legitimo de ese país. Encabeza la defensa de la postura legalista Lula Da Silva, quien se ha convertido en uno de los estadistas más importantes de la región y del mundo, que dejará convertido a Brasil en una potencia regional, camino que parece no abandonará el país vecino cuando Lula deje el poder dentro de un año. Camino que tampoco debería abandonar Argentina cuando Cristina K deje la presidencia en 2011, puesto que hay una notable diferencia entre la sumisión de nuetra nación en los años '90 y hechos tales como la defensa de nuestra sobreranía política en todo lugar, como cuando la presidenta advirtió frente al mismísimo Shimon Peres que la "Argentina no permite que nadie elija a sus amigos, ni tampoco pretende elegir los amigos a nadie", respondiendo así a una periodista extranjera que le preguntó sobre la influencia que ejerce el líder venezolano Hugo Chávez sobre el gobierno. Cristina culminó diciendo: "La posición argentina es esencialmente de profundo respeto por cada uno de los países para dirigir el destino de sus políticas. Creemos profundamente en la autodeterminación de cada sociedad".