miércoles, 6 de marzo de 2013

Gracias Comandante Chávez!


Compañeros: con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable pérdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación. Quienes hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que en cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera, luchan contra la injusticia, la miseria y la explotación. 
Nos sentimos hermanados con todos los que con valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo, que con la complicidad de las oligarquías apátridas apuntaladas por militares títeres del pentágono mantienen a los pueblos oprimidos.

Carta del Gral. Juan Domingo Perón tras la muerte de Ernesto Che Guevara.


Vi la imagen y el nombre de Chávez, por primera vez en 1992, cuando los diarios argentinos daban cuenta del intento de golpe de estado en Venezuela, se decía que un sector militar había llevado a cabo una intentona pero que la democracia había sido resguardada con el triunfo de las fuerzas leales al gobierno. Lo que no se decía en ese entonces es que esa democracia estaba viciada por la corrupción y la injusticia social que tenía en la pobreza a millones de venezolanos mientras las clases altas y la oligarquía disfrutaba de los beneficios de vivir sobre barriles de petróleo que vendía a precio vil a las potencias extranjeras. Luego, ese militar “golpista” se presenta a elecciones a fines de los ’90 y gana. No era como los militares golpistas de estas tierras que daban cuartelazos para defender los intereses de los sectores concentrados de la economía ni meros títeres de la embajada de los EEUU. Este militar devenido en presidente constitucional comienza a hablar de socialismo, de la Patria Grande, desempolva aquel sueño que tuvieron Bolivar, San Martín, Artigas, Martí. Durante décadas ese sueño había dormido el sueño de los justos y este venezolano en las puertas del siglo XXI se declara bolivariano, menciona en sus discursos no solo a Bolivar y San Martín, sino que habla del Che, de Perón, de la Revolución Cubana. Ya no estaría solo Fidel denunciando la tragedia del neoliberalismo en cada cumbre iberoamericana hegemonizada por presidentes alineados a la derecha de la economía y de la política. Chávez dijo: “Fuera demonio del Neoliberalismo de América Latina” y fue la punta de la dirección en la que comenzó a caminar la región cuando las economías de libre mercado estallaron por los aires dejando el tendal de pobres y excluidos, como colorario de la década de los ’90 en que el FMI dictaba las políticas a llevar a cabo. De esta manera se convirtió en el enemigo a demonizar, desde el centro y a nivel interno, como dice Jauretche, para que haya colonialismo se precisa una potencia opresora y socios cipayos. Ellos fueron los que alentaron el fallido golpe de estado contra Chávez en 2002, cuando la oposición que le reclamaba democracia golpeó la puerta de los cuarteles y con la complicidad de los medios de comunicación pretendieron ponerle punto final a la transformación del país. Cuatro países fueron los primeros que se pronunciaron frente al golpe, Estados Unidos y España reconociendo al gobierno golpista de Carmona, que a nivel interno contaba con el apoyo de empresarios, medios de comunicación y fuerzas armadas rebeldes. La Argentina de Duhalde y el Brasil de Lula repudiaron el golpe y al gobierno surgido de él. Pero las horas pusieron las cosas en su lugar y el pueblo venezolano se volcó masivamente a las calles y debieron liberar al presidente quien volvió a tomar el poder y a revalidar su cargo ganando en elecciones limpias y populares cada vez con más porcentaje, llegando a casi el 55% en las últimas en que se presentó. Su legado es dejar una Venezuela y una América Latina más justas, en su país redujo la pobreza, y mediante políticas sociales incluyó a miles de venezolanos al sistema haciendo que accedan a derechos básicos como la salud, la educación y la vivienda. A nivel regional bregó por la integración de los países, ayudó económicamente a Bolivia, Cuba y Argentina. Se enfrentó al imperialismo yanqui de Mr Danger como calificó a Bush, le regaló un ejemplar de Las Venas Abiertas de América Latina a Obama, sacó de quicio al Rey Juan Carlos de España que quiso callarlo como quisieron callarlo cada uno de los defensores del neoliberalismo y el imperialismo al cual Chávez se opuso levantando las banderas de Tupac Amarú, Sandino y los padres fundadores de las naciones americanas. A él le debemos que el proyecto imperialista del ALCA se fuera ALCA Rajo como lo anunció tras la cumbre de Mar del Plata en la que junto con Kirchner y Lula le dejaron en claro a EEUU que no había apoyo a tal proyecto y que nosotros optábamos por el Mercosur, la Unasur y el Alba. Fue un gran amigo de Fidel Castro, de Maradona, de Néstor y de Cristina, fue un gran amigo del pueblo argentino, fue un gran amigo de los pueblos del mundo. Fue un gigante que ayer, en una jornada triste para América Latina, pasó a la historia. Gracias Comandante por haber hecho de estas tierras un lugar más justo. Descansa este guerrero de la causa de los pueblos y como dijera Silvio Rodríguez andará con “el espectro de Sandino, con Bolívar y el Che.”

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